Ocho
años y 900 millones de euros después Roman Abramovich sigue sin saborear la
gloria en Europa. Desde su llegada, en junio de 2003, el Chelsea ha conquistado
diez títulos (dos más que en toda su historia anterior), pero ha fracasado en
el objetivo último y máximo: La Champions. Y otra vez se ha despeñado en 2011.
Y todo invita a pensar que esta vez, las consecuencias Réplicas
De Camisetas De Fútbol darán que hablar en Stamford Bridge.
Personalizando el fracaso en Fernando Torres, el presente del club no puede ser
más decepcionante. Descolgado en la Premier y fuera de la FA Cup, solamente la
Champions mantenía aparcada la crisis en un Chelsea que ofrece la imagen de fin
de ciclo y necesita reinventarse totalmente para, más allá de seguir en la
élite de la Premier, dar el paso definitivo en Europa. Aunque eso es algo que
se repite demasiado a menudo.
Cech,
Terry, Lampard y La
primera liga de Ingres Drogba han personalizado la columna
vertebral de este equipo en los últimos años. Del Chelsea que perdió la final
de Moscú en 2008, han desaparecido hasta seis jugadores (Ballack, Carvalho,
Makelele, Joe Cole, Belletti y Shevchenko) sin que los nuevos cromos hayan sido
capaces de lograr la exigencia de Abramovich. Y ahora da la sensación de
encontrarse al final de UN ciclo. De los intocables solo Cech está por debajo
de la treintena y por mucho que el talonario ha seguido dando brillantez al
equipo, cada día se nota más exageradamente la ausencia de UN tipo que camisetas
de fútbol Chelsea de sentido al juego.
Mientras
Yuri Zhirkov es un fantasma, Ramires un remiendo o Malouda un comodín
sobreexigido, los palos se le acumulan a Fernando Torres, el tipo de los 50
millones de libras que no ha marcado un gol con los blues en once partidos y
acumula ya catorce sin ver puerta. Su comparación con Drogba (la escupió de
mala manera Ancelotti con el cambio del martes) es humillante para el español
sin tener en cuenta que mientras el marfileño es único para camisetas de
espa trabajarse
oportunidades surgidas de la nada mientras que Fernando precisa de las
asistencias para trasladar al Chelsea lo que le daba Gerrard en el Liverpool o
Xavi mismo en la selección.
Así, el futuro
inmediato en Stamford Bridge apunta a una nueva refundación, una nueva
revolución que cambie muchas caras. Una de ellas, sin duda ya, será la del
entrenador, cuando Ancelotti salga camino de casa para ser sustituido por otro
técnico con la misma misión: La Champions.